Apple Watch y el Futuro del Diseño de Aplicaciones
El lanzamiento del Apple Watch no sólo representa un nuevo dispositivo tecnológico o el último gadget que todo el mundo quiere tener, también hay que tener en cuenta el diseño de las aplicaciones especificas para el reloj. El smartwatch es un reto para los desarrolladores de aplicaciones, que tendrán que adaptar su trabajo a una pantalla de reducidas dimensiones, aunque no sólo consiste en eso.
Más que adaptar las aplicaciones al tamaño de pantalla del Watch
El diseño de aplicaciones para múltiples pantallas no es nada nuevo en el sector. En los últimos años hemos visto el nacimiento del diseño como principal forma para entregar contenido basado en la web, a través de los dispositivos. Es decir, el contenido se ajusta a la disposición y el tamaño de la pantalla de cada dispositivo, adaptando el contenido a cada diferente resolución.
Pero el diseño va mucho más allá de adaptar una aplicación al tamaño de las diferentes pantallas, el reto real es dar la misma experiencia de una aplicación, en múltiples pantallas de diferentes tamaños y resolución. Como también diseñar experiencias que se ajusten perfectamente al tamaño de la pantalla del Apple Watch, partiendo de esa base, pero con un concepto diferente.
“Los desafíos de diseño van más allá de simplemente ajustar el diseño de contenidos para diferentes tamaños de pantalla.”
Tenemos en mente el concepto de que el ordenador de escritorio o de sobremesa, sea el lugar donde se realiza la mayoría del trabajo. Pero sería beneficioso desarrollar las aplicaciones en el propio dispositivo. Es por ello que el desarrollador debería contar con el dispositivo en cuestión, donde comprobar los cambios que vayan realizando, como por ejemplo ocurre con el Apple Watch. Algunos desarrolladores ya han recibido el reloj de Apple, en su modelo Sport, para que puedan ir probando con el smartwatch las aplicaciones que vayan desarrollando.
Diseñando apps para el Apple Watch
Los desarrolladores deben comprender el uso que va a dar el usuario al Apple Watch. El uso del iPhone es diferente al uso que damos a un iPad, por ejemplo. El iPad normalmente se utiliza durante periodos más prolongados de tiempo, mientras que el iPhone lo utilizamos más para consultas rápidas, aunque habrá excepciones claro.
El Apple Watch es un dispositivo que pertenece más a la consulta rápida o utilización del dispositivo en periodos cortos de tiempo. El desarrollador tiene que entender que el usuario del reloj no va a pasar largos periodos de tiempo con él, por lo que tendrá que diseñar aplicaciones que se adapten a esa forma de uso. Además de interactuar en periodos cortos de tiempo, los usuarios utilizarán el smartwatch con más frecuencia quizás, a como usarían un iPhone o iPad. Por lo tanto cuando se diseña para el reloj, no sólo deben fijarse en el reducido tamaño de pantalla del Watch, sino también la intención que tiene el usuario de utilizar el dispositivo, la cantidad de tiempo que pasará usándolo y el lugar donde interactuará con él.
El hecho de que el Apple Watch está diseñado para usarlo en conjunto con el iPhone, aunque también se puede utilizar el Watch por si solo, plantea otra consideración importante. Los usuarios no experimentarán las aplicaciones de forma aislada en un solo dispositivo. Los desarrolladores deberán tener en cuenta que dispositivo elegir para interactuar y pasar de uno a otro, para satisfacer las necesidades de los usuarios en el momento indicado.
En definitiva, el cambio en el concepto de diseño en realidad ya no sólo se basa en los diferentes tamaños de pantalla, se trata de crear un sistema coherente y que abarque diferentes dispositivos y contextos de uso. Es este el futuro en el diseño de las aplicaciones o el concepto diferente, como hemos conocido a TechCrunch, ahora que se ha lanzado el Apple Watch.
¿Crees que el Apple Watch revolucionará tanto el concepto para desarrollar aplicaciones? Puedes dejar tu opinión en los comentarios.