El Apple Watch tendrá mucho más que 15 minutos de fama los próximos años
Tras un lanzamiento al mercado algo tímido, parece que por fin el 2018 será el año de despegue de los smartwatches en general y del Apple Watch en particular. Tanto es así que según la consultora IDC, este año su venta crecerá un 15,1% alcanzando las 132,29 millones de unidades vendidas.
Desde ahora y hasta 2022 se prevé que crecerá anualmente un 13,3%, logrando la cota de 219,4 millones dispositivos vendidos solo en 2022. Por supuesto, que cada vez se ajuste más a los gustos del consumidor en materia de salud y fitness y que sea independiente del teléfono son características que lo harán posible.
Jitesh Ubrani, investigador senior de IDC, lo explica:
En el presente, el uso destinado al fitness es la estrella, aunque la posibilidad de pagar y la mensajería están comenzando a despegar. La incorporación de la conectividad celular y los usos para música en streaming o más sensores de salud serán clave para el éxito de los smartwatches.
¿Significa esto que los wearables más básicos como la Mi Band 2 de Xiaomi tienen las horas contadas? Parece ser que no: el mercado tiene suficientes alternativas y clientes potenciales para todos. El reto generalizado es conseguir que, además de verlos como un reloj, los usuarios comiencen a confiar en sus funciones adicionales. Ese es el gancho de entrada al mundo de los smartwatches.
De acuerdo con el director del área de investigación de wearables, Ramon T. Llamas:
El hambre por pulseras de actividad y relojes básicos seguirá ahí. Ambos productos se han ganado su popularidad para los usuarios que adquieren por vez primera un dispositivo así, gracias entre otras cosas a su simplicidad y sus bajos precios. Además, lograrán nuevas audiencias gracias a las soluciones digitales de seguridad o a aquellos usuarios que prefieren un diseño más tradicional y sencillo.
Con los relojes y las pulseras inteligentes, los otros wearables del mercado lograrán una cuota de mercado muy residual, si bien seguirán creciendo durante los próximos años. Especialmente interesantes son los dispositivos auditivos y la ropa inteligente, aunque este último se enfoca más a deportistas profesionales.
Entre las tendencias del mercado hay una clara: más características pero también una subida generalizada de precio con ellas.
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El sector del wearable tiene un líder: el Apple Watch
Casi la mitad de todos los smartwatches vendidos en 2017 eran de Apple, lo que se traduce en que el Apple Watch y sus respectivos modelos son el lídder absoluto del sector.
Tras Apple, Fitbit - que por fin ha cambiado su formato a reloj en detrimento de las pulseras de actividad que lo llevaron a la fama - , Garmin y los Wear OS, que también crecen lentamente conforme lo hace el sector. Incluso los relojes infantiles aumentan sus ventas, aunque en este caso todo el pastel se lo llevan los fabricantes chinos.
Como ya hemos comentado previamente, los wearables básicos seguirán teniendo su público e incluso seguirán creciendo también, especialmente en mercados emergentes. Las expectativas para ellos son abrumadoras: un 22% de los wearables vendidos en 2022 serán low cost, pero inferiores respecto a lo actual, donde logran una cuota de mercado del 36%. Lógico por otro lado: los usuarios que ya han probado las bondades de este gadget buscarán dispositivos más avanzados y caros.
Respecto a los wearables auditivos, en 2022 se prevé vender 13,3 millones, con un aumento del 48% respecto a 2022. Entre las características responsables de este subidón se encuentran los asistentes de voz, desarrollo de hardware y el gusto creciente por los auriculares sin cable. Por supuesto, los AirPods de Apple también gozan de una posición privilegiada en este mercado.
La ropa inteligente subirá de un 2 a un 5,3% en 2022. Más allá de las zapatillas de Li-Ning o Under Armour, otras marcas de renombre se lanzarán a este mercado conforme seduzcan al deportista profesional.