¿Qué necesita el nuevo iPad Pro (2018) para ser perfecto?
Hay ciertos aspectos en los que Apple debe seguir trabajando.
Adoro lo que Apple ha hecho con su iPad, y cómo la tablet ha ido evolucionando con el paso de los años. Tras unos cuantos meses usando el iPad Pro de 12,9 pulgadas presentado a finales de 2018, puedo decir sin miedo a equivocarme que es la mejor tablet de la historia. Y que casi, por muy poquito, sería capaz de reemplazar a cualquier ordenador.
Como editor, lector, cinéfilo y amante empedernido de la fotografía, debo decir que el iPad Pro cumple a las mil maravillas con todos mis requisitos, necesidades y exigencias. El rendimiento es absolutamente espectacular, casi roza lo ridículo. La duración de la batería es impresionante, nunca había visto nada igual. Y su diseño... Oh Dios, Apple, bendito diseño.
No cabe ningún tipo de duda acerca de que el iPad Pro de tercera generación es, actualmente, la mejor tablet del mercado. Las cifras de ventas hablan por sí solas. Sin embargo, a pesar de todas sus fabulosas características, especificaciones técnicas y su armoniosa fusión entre hardware y software... el iPad Pro de 2018 dista mucho de ser un dispositivo perfecto. De hecho, en el mundillo de la tecnología, nada lo es. ¡Siempre hay algo que mejorar!
Te puede interesar | Nuevo iPad Pro de tercera generación: análisis tras 30 días de uso
Esto es lo que le falta al iPad Pro para ser perfecto
Hardware
Comenzaremos hablando sobre hardware, y sobre cómo la implementación de algunos componentes ayudarían a mejorar considerablemente la usabilidad, la funcionalidad y la experiencia de usuario de el iPad Pro de tercera generación.
Y es que ha pasado ya algún tiempo desde que finalizó el desarrollo de esta tablet, probablemente unos 6 - 7 meses. Desde entonces, el avance de la tecnología nos ofrece algunas innovaciones que le vendrían de perlas a este iPad Pro.
¿Una pantalla flexible o plegable? No. Personalmente opino que esta tecnología todavía no es la ideal, y mucho menos para una tablet. Sería más confusa, más compleja y su estética sería menos visual. En esencia, básicamente perdería todo su encanto. Pero otras tecnologías como una cámara dual o un sensor de huellas dactilares serían una fantástica incorporación.
Puerto USB-C
Apple acertó de lleno reemplazando el puerto USB Lightning por el puerto USB-C en su iPad Pro. Pero, desafortunadamente, llegó algo capado. Sí, es capaz de conectarse a un monitor externo con compatibilidad con 4K, es capaz de permitirte visualizar toda clase de contenidos (fotografías, vídeos, archivos, documentos...) e incluso es capaz de cargar la batería del iPhone. Pero no es compatible con todos los dispositivos y el software de iOS también establece algunas limitaciones.
Touch ID
La función de reconocimiento facial Face ID es una auténtica maravilla. Pero en algunas ocasiones provoca ciertos problemas. Es decir, estaría mucho mejor poder contar con Face ID y con Touch ID. Un iPad Pro con Touch ID integrado en la pantalla sería perfecto.
Te puede interesar | Qué dispositivos de Apple tengo y por qué: iPad Pro y Apple TV
Software
En realidad Apple nunca ha querido reemplazar un PC o un Mac por un iPad. Ni tan siquiera un portátil. Perderían dinero. Pero si de verdad quieren hacernos creer que el iPad Pro de tercera generación es un ordenador... necesitarán convencernos implementando una serie de cambios drásticos en su software mobile. Y, por suerte, algunos ya están en camino.
iOS
De nada nos serviría un iPad Pro con los mejores componentes de hardware del mercado sin un software capaz de ofrecer compatibilidad con estos elementos. En muchas ocasiones, el sistema operativo móvil del iPad Pro tiene algunas limitaciones que obligan a los consumidores a buscar soluciones alternativas un tanto incómodas.
A pesar de que la multitarea de iOS es una auténtica maravilla. No es todo lo intuitiva que podría ser, esto nos hace perder un tiempo muy valioso, y por ende, nos hace ser menos productivos.
Te puede interesar | Cómo usar Split View en iPad Pro con iOS 12
Aplicaciones
Y para finalizar, el ecosistema tan cerrado de Apple no juega únicamente en su contra. También juega en contra de las aplicaciones de terceros de la App Store de iOS. El hecho de que una aplicación no pueda realizar una determinada acción no es culpa de los desarrolladores, sino que es culpa del ecosistema, que está diseñado para beneficiar económicamente a Apple. Es decir, muchas apps harían que el iPad Pro fuera perfecto, pero el sistema operativo las retiene.