3 razones para cambiar el Samsung Galaxy S20 Ultra por el iPhone SE

Si colocamos un iPhone SE de primera generación junto a un Galaxy S20 Ultra... no cabe duda, el teléfono de Samsung es infinitamente mejor. Cuenta con una tecnología más avanzada, una pantalla más brillante y con los colores más precisos, e incluso muchos dirían que su diseño es más bonito —aunque esto último siempre será debatible— y actual.

No obstante, el iPhone SE de Apple sigue contando con algunas ventajas con respecto al Galaxy S20 Ultra. Y es sorprendente. Recordemos que estamos hablando de un smartphone que fue lanzado en 2016, frente al buque insignia de Samsung, que fue presentado este 2020.

Antes de comenzar, es imperativo reseñar y destacar que estamos hablando del iPhone SE original, no del iPhone SE de segunda generación, el cual por cierto dejó en ridículo al Galaxy S20 Ultra en un reciente test de velocidad.

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Más pequeño, pero más manejable

A lo largo de los últimos años, la industria de la telefonía se ha dedicado a fabricar teléfonos móviles cada vez más grandes. Hablamos de smartphones con pantallas de hasta 7 pulgadas que permiten a los usuarios gozar a lo grande de sus series favoritas de Netflix y sus vídeos preferidos de YouTube. Y sí, es cierto. Una pantalla grande es mucho mejor.

Pero el iPhone SE con su diminuta pantalla de 4,7 pulgadas ofrece una gran ventaja con respecto a los teléfonos tan grandes como el Galaxy S20 Ultra: más maniobrabilidad. Es una auténtica maravilla para explorar contenidos, escribir, usar aplicaciones y ejecutar otras operaciones con una sola mano.

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Las apps en Android... simplemente son inferiores

No, el tamaño realmente no importa. Pero la velocidad sí. Y aunque Android y iOS suelen tener siempre las mismas aplicaciones, la experiencia no es idéntica. Las aplicaciones de iOS funcionan mejor. Es decir, las apps de iOS son más rápidas, los menús son más inteligentes y la navegación es mucho más intuitiva. Por no hablar de la estética del diseño que, de nuevo, dependerá de los gustos de cada consumidor.

La velocidad del iPhone SE no depende únicamente de su chip

Aún a día de hoy, el iPhone SE de Apple sigue siendo un teléfono muy rápido. Y su velocidad no depende únicamente del procesador que tenga incorporado. Sino también de la fusión entre el hardware y el software de Apple. Por supuesto, en términos de velocidad no podemos comparar un teléfono de 2016 con uno de 2020. Sin embargo, sí podemos hacerlo a nivel de experiencia de usuario.

El iPhone SE, gracias a iOS, ofrece una experiencia de usuario mucho más fluida que muchos teléfonos Android. ¿Necesitas rellenar una contraseña? Pulsa un botón para acceder a tu gestor de contraseñas. ¿Estás tomando una captura de pantalla? Después de editarla o compartirla, tienes una opción para eliminarla de inmediato. ¿Quieres silenciar las llamadas? Desliza el botón lateral. Como estas, hay cientos de funciones así. Por supuesto que puedes encontrar algunas de estas cosas en los teléfonos Android, pero todas ellas juntas hacen que el iPhone SE ofrezca una experiencia más completa y optimizada.

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Obviamente, no muchos usuarios se atreverían a cambiar un Galaxy S20 Ultra por un iPhone SE de 2016. Ni siquiera por el nuevo iPhone SE de segunda generación. No hay que hacer nada más que fijarse en sus precios para saber que el flagship de Samsung es muchísimo mejor. A no ser, claro está, que seas muy fan de iOS. En ese caso, sí tendría sentido.

Pero hay que ser sinceros, el iPhone SE original sigue siendo un teléfono maravilloso y estas razones son más que suficientes como para reconocer que ofrece ciertas ventajas con respecto a un smartphone de 2020. Sea como fuere, Android también tiene sus puntos fuertes, cuenta con decenas y decenas de funciones que igualan o superan a las prestaciones de iOS, especialmente en un teléfono de 2016. Ahora te toca a ti opinar. ¿Qué piensas del iPhone SE original de Apple? ¿Tienes el Galaxy S20 Ultra? ¿Qué ventajas y desventajas tienen?